Como dice el refrán, “es mejor prevenir que lamentar”. Por eso, para que estas vacaciones no te pille el toro, un básico sin el que no puedes (o no debes) irte de viaje es un buen botiquín. Y quién mejor que Marián García, la autora del blog Boticaria García, para aconsejarnos sobre qué echar en el nuestro. Con ella hemos hablado y nos dio unos tips muy socorridos para solucionar típicos problemillas veraniegos (picaduras de mosquitos, rozaduras, dolores, males de tripa…), así como recomendaciones de productos que son mano de santo.

Para evitar las picaduras de mosquito
No todos los repelentes son igual de eficaces. Si quieres usar los recomendados por la OMS busca en la etiqueta las palabras mágicas: DEET o IR3535 (ingredientes habituales de los repelentes, vaya). Y si viajas a un destino exótico donde los mosquitos pueden transmitir enfermedades, ten en cuenta que la concentración de DEET debe ser igual o superior al 45% y las de IR3535, al 30%. El truco es buscar en el envase la palabra "Extrem" o similar.

Si buscas una opción natural, el compuesto más efectivo es el citriodiol, ¡no confundir con la famosa citronela, que es menos eficaz!

Ojo con las pulseras antimosquitos... aunque estén de moda y algunas sean hasta monas, son un complemento que no sustituye al repelente tópico aplicado sobre la piel.

Si los mosquitos ya nos han picado
Mi consejo es llevar siempre en el botiquín lo que llamo una "crema mano de santo". Son cremas emolientes, reparadoras (por ejemplo, de aloe vera o caléndula) que no llevan ningún tipo de fármaco en su composición.

Para picaduras de andar por casa suelen ser eficaces para aliviar y evitar el rascado. Y lo mejor es que sirven también para roces, quemaduras leves o cualquier percance vacacional de este tipo. Si la picadura es más intensa, quizá pueda ser interesante utilizar cremas con corticoides de baja potencia. Pueden comprarse en farmacia sin receta médica. ¡No olvides fotoproteger bien la zona!

Para curar las heridas
La época dorada del agua oxigenada o de la povidona yodada (alias Betadine) ya pasó. Ahora el antiséptico de elección es la clorhexidina. Es tan efectivo o más que los anteriores con la ventaja de ser transparente, no mancha, no pica y puede llevarse en cómodos sprays pequeñitos. No te olvides de llevar algún paquetito de gasas individuales.

Para rozaduras, hoy sabemos que la cicatrización en húmedo es más efectiva, así que no olvides llevar algún apósito hidrocoloide (los de la caja verde) por si las largas caminatas dejan algún efecto secundario en nuestros talones.

Analgésicos y antiinflamatorios
Nuestros mejores amigos son el ibuprofeno y el paracetamol (la diferencia es que el ibuprofeno es antiinflamatorio y el paracetamol no). Hay formatos de ibuprofeno bebibles, que pueden disolverse directamente en la boca y son muy cómodos para llevar de viaje. Recordad que, aunque nos guste matar moscas a cañonazos, la dosis de ibuprofeno que debemos usar es de 400mg. Es tan eficaz como la de 600mg, pero menos agresiva para el estómago.

Probióticos y sueros
Algunos tipos de probióticos han demostrado ser eficaces para acortar la duración de la temida "diarrea del viajero". Pregunta en la farmacia por los probióticos con Lactobacillus rhamnosus, te ahorrarán algún día de retortijones en el hotel. Las bebidas isotónicas puede que estén más ricas que el suero, pero son contraproducentes en estos casos. Ahora hay sueros con sabores aceptables... ¡Incluso en formato flash!

Estreñimiento
Si el problema es el contrario y de vacaciones no encuentras la hora de ir al baño, tu mejor amigo a partir de ahora se llama Plantago ovata. Si no es suficiente, hay otras plantas medicinales que pueden usarse puntualmente como la cáscara sagrada y la frángula.