Estado civil veraniego: blanquita, pero se tanea y coge un color canela. ¿Es posible mantener ese tono favorecedor hasta octubre? 

Lo primero y más importante es no ponerte como una lagartija al sol y protegerte adecuadamente utilizando un buen SPF, porque ya sabes que el sol tiene efectos dañinos sobre nuestra piel. Pero si ya has cogido color y quieres mantenerlo, te  vamos a compartir unos trucos para cuidarlo:

Alimentación

• Betacarotenos y vitamina C. Los alimentos ricos en betacarotenos y en vitamina C, como naranjas, zanahorias y verduras de hoja verde, influyen en que el tono de nuestra piel sea uniforme y mejoran su aspecto.
• Bien de Omega 3. Incluye en tu dieta pescado azul. Estos peces protegen la piel y evitan su deshidratación, ayudando a prolongar el bronceado. Unos espetos en la playa, bien.
• Sé potaxie. Y tómate una tostada de aguacate y aceite de oliva, ricos en vitamina E, un importante antioxidante con propiedades cicatrizantes y regeneradoras para la piel.
• Ayudita extra. Unas cápsulas con vitaminas D y C para estimular la producción de colágeno para conseguir una piel más saludable y elástica que retenga el bronceado.

Hidratación

• Mantente hidratada. Beber 2 litros de agua al día ayuda a que el organismo elimine toxinas del cuerpo, favoreciendo una mejor salud de la piel.
• Hidrata la piel con aftersun. El sol deshidrata mucho la piel, por eso es fundamental aumentar la hidratación diaria, y mejor si es con un aftersun que además de hidratar y reparar la piel de los daños solares, consigue prolongar el bronceado más tiempo.

Exfoliación

Cuenta la leyenda que si te exfolias la piel, el bronceado desaparece… lo cual no es del todo cierto. Es verdad que eliminas algo de color al remover la piel muerta, pero a cambio consigues una piel más suave y uniforme, y el tono restante durará más tiempo. Hazlo al menos una vez a la semana (nunca antes de salir a tomar el sol), y luego hidrata bien tu piel.