Todo sobre el suelo pélvico

- ¡Hazme casito!
Mensaje de “Tu suelo pélvico” recibido hoy a las 09:00 am.

Puede que escuchemos hablar de la importancia del suelo pélvico, pero la realidad es que le hacemos ghosting y nos acordamos de que existe solo cuando aparecen los problemas (porque, alerta spoiler: el suelo pélvico es esencial para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo).

Así que, le hemos lanzado un SOS a @nereafla, nuestra fisioterapeuta de confianza y experta en el tema, para que nos arroje luz sobre el asunto y nos ayude a darle a nuestro suelo pélvico el trato VIP que merece. Con su ayuda hemos preparado la guía que os compartimos más abajo que es perita.

Como bien dice su propio nombre, es el "suelo" que cierra la pelvis por debajo. Está formado por un conjunto de músculos, ligamentos y tejidos conectivos que forman una red en forma de hamaca de playa en la parte inferior de la pelvis.

Sostiene los órganos pélvicos. El suelo pélvico hace de soporte de la vejiga, la vagina, el útero y el recto, evitando su descenso o que se muevan de sitio (¡trabajazo!). Por eso, si está débil puede causar que alguno de los órganos se salga de su lugar.
Control de la vejiga. Los músculos pélvicos ayudan a prevenir la incontinencia urinaria y a controlar el pipí, evitando fugas.
Función sexual. Los músculos pélvicos se contraen durante el orgasmo y contribuyen a las sensaciones placenteras. Un suelo pélvico debilitado puede disminuir la sensibilidad y causar dolor en las relaciones.

Tener una disfunción en el suelo pélvico puede producir problemas de incontinencia o dolor en las relaciones sexuales, dolores menstruales, estreñimiento o dolor pélvico crónico, entre otros.

Recuerda que debemos acudir a un especialista si tenemos alguno de estos síntomas.

Mejor sentirlo que contarlo: sentaos y colocad vuestras manos bajo los glúteos guiando los dedos hacia cada “huesito” (isquiones) bajo los pliegues del glúteo. Ahora, pensad en aguantar vuestras ganas de hacer pis contrayendo el esfínter hacia dentro y hacia arriba. Notaréis que vuestros dedos se aproximan cerrando la cavidad. ¡Pues eso lo realiza el suelo pélvico! Booom! ¿Cómo os quedáis?

1. Cuidar la postura. La proyección de hombros hacia delante y abdomen hacia fuera genera presiones en la zona del suelo pélvico. Si relajamos los hombros y nos estiramos hacia arriba, nos va a ayudar a mantener el suelo pélvico en mejores condiciones. Estos ejercicios pueden serviros.

2. Las prisas no son buenas. Cuando vayamos a hacer pis, mejor relajemos la musculatura. No hay que apretar para que salga más rápido, esto debilita el suelo pélvico. Al igual que cuando estemos estreñidas no hay que sentarse en el wc y empujar como si no hubiera un mañana. Un truqui es ponerse un banquito o caja para que las rodillas queden más altas que las caderas y con inclinación del tronco, para favorecer la evacuación.

3. Cuidar la microbiota. Cuando tengamos la regla, mejor utilizar los métodos sostenibles: copa menstrual, braguitas menstruales, compresas de tela… Ya que, además de cuidar el planeta, también estaremos cuidando la microbiota de la zona.

4. ¡Mover el cuerpo! Realizar actividad física ayudará a mejorar la vascularización de la zona y fortalecer los músculos del suelo pélvico.

5. Más orgasmos, por favor. Las contracciones que se producen durante el orgasmo son uno de los mejores ejercicios para el cuidado del suelo pélvico.

Ya sabéis, beauties, a partir de ahora a prestar más atención a nuestro suelo pélvico.

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