Coges una crema. La miras por detrás. ¡¿Qué son todos esos símbolos que aparecen?! Ni son jeroglíficos, ni tú eres Cleopatra. En realidad, están ahí para comunicar información importante sobre el producto en cuestión, y desde la SBS te vamos a dar una clase magistral de lo que significan. 

Al igual que los yogures caducan ¡los cosméticos también! Este simbolito indica el tiempo que el producto puede estar abierto sin estropearse. Las letras y los números se refieren a un período de tiempo. Por ejemplo: 12M, quiere decir que una vez abierto el producto, será seguro y mantendrá todas sus propiedades durante 12 meses.

Esta especie de librillo significa que el producto viene acompañado de más información de la que se ve a priori (suele ser una especie de pegatina en el envase).

Esta “e” viene justo después del volumen o masa (ej. 15 ml e) y garantiza que el producto contiene exactamente lo que marca el envase (no como las bolsas de Cheetos). 

Este símbolo significa que el producto se puede reciclar.

Indica que la marca en cuestión cumple con la Ley de envases contribuyendo así al reciclaje.

Uno de los más buscados. El conejito saltando “acredita” que el producto es libre de crueldad animal. En Europa está prohibido comercializar cualquier cosmético que haya sido testado en animales, por lo que no es necesario incluir este sello. Aun así muchas marcas lo incluyen en sus envases como reclamo.

Otra de las certificaciones más demandadas. Significa que el producto no contiene ingredientes de origen animal en la fórmula y es cruelty free.

Este símbolo significa que la producción y fabricación del producto es respetuosa con el medio ambiente y se compone de material reciclable. Este sello certifica “cosméticos naturales” y “naturales y ecológicos”.

Enhorabuena, ya eres toda una experta en simbología beauty.