Descubriendo el lipedema: qué es y cómo tratarlo

Ahí va el dato: se calcula que entre el 5% y el 10% de mujeres adultas padece distintos grados de lipedema, una enfermedad inflamatoria que afecta sobre todo a las piernas, que hace que se te pongan como dos chorizos de cantimpalo y que nada tiene que ver con la obesidad.

Y ahora surgen las dudas: ¿y cómo sé si lo tengo? ¿Se cura? ¿Por qué no había oído hablar nunca de ella? Pero como para hablar de temas de salud, siempre es mejor consultar a un experto, hemos contactado con el Dr. Jose Luis Simarro, director médico de la Clínica Simarro | Instituto del Lipedema , para que dé respuesta a todas nuestras incógnitas:

— ¿Qué es el lipedema? —

El lipedema es una enfermedad inflamatoria del tejido graso, que afecta principalmente a las piernas, pudiendo extenderse a otras zonas del cuerpo con el transcurso de los años. Entre sus síntomas podemos encontrar desde un aumento en las zonas afectadas, hasta dolor, sensación de piernas cansadas y/o problemas a nivel digestivo entre otros. Uno de los síntomas principales del lipedema, es la nula o escasa respuesta a dietas o ejercicios. Esto se debe a la resistencia de este tipo de grasa, que, al estar inflamada, tiene una limitada capacidad de respuesta ante estímulos “quema grasa”.

— ¿Por qué se desconoce tanto su existencia? —

Esta enfermedad fue descrita por primera vez por los doctores Allen y Hines en 1940. Sin embargo, no ha sido hasta 2018 cuando la Organización Mundial de la Salud la ha reconocido como enfermedad bajo el epígrafe EF02.2: “Algunos trastornos no inflamatorios del panículo adiposo”.

A fecha actual, el lipedema aún es una enfermedad muy desconocida entre la clase médica y entre la población general. Es por ello que, en muchas ocasiones, la enfermedad es mal diagnosticada y confundida con la obesidad, pero gracias a los avances en investigaciones, en las que el Instituto de Lipedema participa activamente, son cada vez más las guías y consensos para esta enfermedad.

— ¿Afecta solo a mujeres o también a hombres? —

El lipedema afecta principalmente a las mujeres, con una prevalencia de entre el 10% y el 18%. La afectación a hombres es ínfima.

— ¿A qué edad suele presentarse esta enfermedad? —

La aparición del lipedema es más frecuente iniciada la pubertad, con la aparición de los estrógenos. No obstante, en ciertos casos, el lipedema podría aparecer incluso en la infancia, afectando la pantorrilla, en la mitad inferior de la pierna, provocando que el tobillo pierda su definición.

— ¿Cómo puedo diferenciar el lipedema de la celulitis o aumento de volumen común? ¿Hay algún truco casero para saber diferenciarlo? —

Muchas supuestas celulitis en la pubertad son lipedema en desarrollo. Esto no quiere decir que la celulitis sea lipedema, pero en muchos casos se diagnóstica el lipedema incipiente como celulitis. La celulitis es una inflamación del tejido adiposo, que produce una patología fibrótica y esclerosante del tejido graso.

No hay trucos caseros para diferenciar la enfermedad, lo mejor es acudir a un profesional con un gran conocimiento y experiencia en el diagnóstico del lipedema.

— ¿A qué especialista debo visitar si padezco lipedema? —

Las especialidades que más entienden el lipedema son:

• Angiólogos, cirujanos vasculares.
• Médicos rehabilitadores.
• Médicos y cirujanos estéticos.

— ¿Tiene cura? —

El lipedema es una enfermedad hereditaria, por lo que actualmente no tiene cura.  Lo que sí existe son dos tipos de tratamientos para tratarla:

Tratamientos no conservadores: cirugía.
Tratamientos conservadores: medias de compresión, nutrición específica y fisioterapia, entre otros.

Desde el Instituto del Lipedema nos comentan que su tratamiento ante esta enfermedad es la Lipomesoplastia. Se trata de una técnica única y libre de cirugía, enfocada en la salud intestinal y que, combinada con planes de alimentación personalizados, terapia psicológica y planes deportivos, puede conseguir evitar el empeoramiento del lipedema.

— Los consejos del Dr. Jose Luis —

1. Acudir a un especialista.

El primer consejo, es acudir a un especialista ante la sospecha de padecer lipedema para confirmar o descartar el diagnóstico, especialmente si se tienen antecedentes familiares.

2. Tranquilidad.

El segundo consejo es “tranquilidad”. El lipedema es una enfermedad que no compromete la esperanza de vida, aunque puede suponer una merma en su calidad en determinados grados. Por lo que, confirmado el diagnóstico, es recomendable poner atención en determinadas áreas donde quizás antes no lo hacíamos.

3. Contactar con un buen apoyo psicológico.

Son muchos años de frustración, de intentos infructuosos para reducir volumen y disminuir el dolor, sin apenas ver cambios y sin tener respuestas a un “por qué”. En casos en los que esta enfermedad nos cause un malestar emocional, es muy importante contar con un buen apoyo psicológico.

4. Fijar tus objetivos.

El cuarto consejo sería informarte bien de qué es lo que quieres hacer y cuáles son tus objetivos: ¿quieres enfocarte en el dolor y la pesadez?, ¿te preocupa más el plano físico? ¿o quieres combinar ambos?

Sea cual sea la opción que elijas debes de tener presente que tu estilo de alimentación debe encaminarse hacia una dieta no inflamatoria, y con dieta no nos referimos a planes restrictivos ni carenciales, si no a pautas de alimentación adaptadas a ti, que te permitan controlar y evitar el empeoramiento del lipedema y disfrutar de una salud intestinal buena.

Agradecidas y emocionadas con el Doctor Jose Luis Simarro por resolver todas nuestras dudas. Si quieres más consejos sobre el lipedema también sigue a @lipedemainstituto en Instagram.

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