Te plantas delante del espejo y de repente ves que ha llegado ese temido momento: ¡¡¡tienes tu primera arruga!!! Amiga, los años no pasan en balde… pero oye, que te quiten lo bailado. Tú tómatelo con filosofía y empieza a cuidarte.

Hoy te vamos a ayudar con ese propósito. Bueno, nosotras no. Lo van a hacer Marta Barrero y Elena Ramos, dos jóvenes farmacéuticas, expertas en dermocosmética y directoras de The Secret Lab, que nos han chivado cuáles son los 4 principios activos indispensables para evitar el envejecimiento y tener una piel luminosa. ¡Dentro beauty chivatazos!

Pssst, y no te olvides: la arruga es bella y tú también ;-). 

Ácido hialurónico 
El ácido hialurónico ha demostrado ser uno de los principios activos naturales más beneficiosos para el cuidado de nuestra piel. Se trata de un polisacárido que se encuentra de forma natural en nuestro organismo y tiene un papel fundamental en la producción del colágeno. Asegura el equilibrio estructural de la piel, la mantiene flexible, protegida y favorece la renovación celular. Su principal característica, y que lo hace tan especial, es su impresionante capacidad para retener la humedad: una sola molécula puede contener hasta 1.000 veces su propio peso en agua. Es como una especie de "esponja" que retiene grandes cantidades de agua en la piel. De este modo, no solo garantiza la hidratación y luminosidad, sino que le aporta volumen, ayudando a reducir las arrugas y disimular las líneas de expresión, así como a revitalizar las capas superficiales externas de la piel.

Por todos estos motivos, hablamos del ácido hialurónico como el ingrediente imprescindible para mantener hidratada la piel, y lo encontramos en multitud de productos cosméticos para nuestra rutina de cuidado facial diaria: limpiadores, mascarillas, sueros/sérums, cremas hidratantes, cremas antiedad, contorno de ojos, ampollas, bálsamos labiales, comprimidos... Además, al estar presente de forma natural en el organismo, las contraindicaciones en su asimilación son prácticamente inexistentes.

Nuestra recomendación es utilizar este principio activo cada día, sobre todo a partir de los 30-35 años, cuando su producción natural empieza a disminuir de forma más acusada. En cuanto al mejor momento del día, su composición y características lo hacen adecuado para aplicarlo tanto por la mañana como por la noche, pero, si tuviéramos que elegir, mejor la opción nocturna, ya que mientras dormimos la piel pone en marcha sus procesos de regeneración y renovación celular, y la absorción del producto y el aprovechamiento de sus beneficios son mayores.

Nos encanta la Hyaluronic Intensive Moisturiser de Perricone, una crema hidratante con varios pesos moleculares de ácido hialurónico para garantizar la hidratación en todas las capas de la piel.

Vitamina C 
La Vitamina C es un nutriente imprescindible para cualquier ser vivo, pero únicamente podemos obtenerla a través de nuestra alimentación. Esta vitamina está presente en cítricos, tomates, pimientos, repollos, espinacas... También se vende como un suplemento oral, normalmente, en forma de cápsulas o tabletas masticables. El cuerpo necesita esta vitamina para formar los vasos sanguíneos, los cartílagos, los músculos y el colágeno en los huesos, así como para mantener el proceso de curación del cuerpo.

Todos sus beneficios la han convertido también en un must dentro del mundo de la dermocosmética y los mejores productos la suelen incluir en sus formulaciones, principalmente en formato sérum, pero también en cremas y ampollas. 

La vitamina C es un potente antioxidante, previene la acción nociva de los radicales libres (moléculas que atacan a las células sanas) sobre la piel; reafirma y aumenta la capacidad de síntesis de colágeno; es antiinflamatoria; aporta luminosidad, iguala el tono y aclara las manchas; facilita la cicatrización de heridas, lesiones cutáneas y quemaduras. 

Deberíamos usarla por la mañana a modo de sérum, antes de aplicar nuestra crema hidratante para poder así disfrutar de todos sus beneficios protegiendo durante todo el día nuestra piel. Eso sí, sin olvidarnos de aplicar después un SPF alto para evitar que la acción de la radiación solar y el aire oxide la vitamina C. En los casos en los que el producto cosmético tiene un alto porcentaje de este activo, podemos optar por reservarlo para la noche, por los motivos mencionados antes. 

Para nosotras, la mejor Vitamina C del mercado es C Tetra de Medik8, por su maravillosa formulación que hace que el activo penetre en nuestra piel garantizando su estabilidad y sin oxidarse, lo que la hace súper potente.

Protector solar
El SPF no es negociable. Debe ser el final feliz en todas nuestras rutinas de mañana. La exposición al sol sin protección, junto con las agresiones de los factores climáticos o ambientales, debilitan la superficie de la piel, causando un envejecimiento prematuro. Para evitarlo, debemos utilizar cremas protectoras con filtros solares lo más altos posible, así como cuidar la piel evitando ingredientes agresivos.

El SPF es el mejor anti-edad que se conoce, ya que el sol causa un gran daño en nuestra piel, deshidratándola, acelerando su envejecimiento, así como la aparición de manchas, y causando muchas enfermedades, incluso melanoma.

Es muy importante que el producto que utilicemos sea de “amplio espectro”. Es decir, que proteja frente a todo tipo de radiación, UVA (que causan manchas y arrugas), UVB (que provocan las quemaduras) e infrarrojos (que degradan el colágeno, provocando flacidez, y que pueden ocasionar lesiones a nivel celular) Además, debe tener un factor de protección solar por lo menos de 30 y ser resistente al agua. 

Como es lógico, deberíamos utilizarlo por las mañanas y repetir su aplicación cada 2 horas mientras dure la exposición solar. ¡Ojo con esto! Normalmente lo aplicamos en nuestra rutina facial de mañana, antes de ir a trabajar, y cuando salimos a tomar un café o a comer ya ha dejado de tener efecto… y es justo el momento en el que el sol puede causarnos los daños.

El protector que cumple con creces todo lo que os hemos contado es Heliocare 360. Tiene filtro físico, químico y biológico para garantizar la protección completa.

Retinol
Otro de los must have que no deberían faltar en nuestra rutina, ya que es el principio activo más potente en la lucha contra el envejecimiento. Entre las funciones de esta Vitamina A en forma de principio activo cosmético, se encuentran la regeneración de la piel, despigmentación de manchas, estimulación de síntesis de colágeno, regulación del exceso de grasa, cierre del poro… 

Al ser un activo muy potente, debemos prestar especial atención a su formulación, en qué forma está y qué grado de concentración presenta, para evitar posibles irritaciones o reacciones negativas. Existen muchas opciones de moléculas de Vitamina A y concentraciones para poder llegar a todo tipo de pieles. Para introducirlo en la rutina de cuidado facial, siempre recomendamos hacerlo de forma progresiva: aplicarlo durante la primera semana dos noches, la segunda semana tres noches y, después, cada noche.

El Retinol es fotosensibilizante a la luz solar, por lo que tradicionalmente se prescribía aplicarlo solo por la noche para evitar la aparición de manchas sobre nuestra piel. Sin embargo, es cierto que la investigación desarrollada por las grandes firmas dermocosméticas (como el laboratorio de Medik8) y los avances en las formulaciones, permiten la liberación del retinol en el tiempo que la piel necesita en cada momento, evitando su oxidación y su pérdida de efectividad. En el mercado encontramos cremas, sérums y contorno de ojos cuya composición incluye Retinol. Nos encanta el sérum-gel Neostrata Alta Potencia R, formulado con alfa hidroxiácidos, glicólico y cítrico, y Retinol, una combinación perfecta para trabajar el envejecimiento.