En el baño con... Bárbara Pan de Soraluce

Secretos para cuidar el pelo rizado - Manicurista y masajista a domicilio

Bárbara es la artífice de Los Platos de Pan, una marca de vajillas que ella misma pinta a mano con un puntito delicado (que no cursi). Pero sobre todo es una personalidad arrolladora con pelazo. Nos hemos metido en su casa (¡menuda casa!) y hasta en su baño (¡menudo baño!) para cotillear todos los productos y trucos de belleza que usa para estar tan cañón. 

En esta entrevista nos pasa el teléfono de su manicurista a domicilio, nos desvela cuál es la única crema que usa en la cara y nos cuenta los cuidados que sigue para conseguir ese pelazo.


 

¿Te cuidas mucho?
Siempre he sido presumidísima. ¡A los 16 años me pinté los ojos por primera vez y no me los he despintado desde entonces! También empecé a usar las cremas de mi madre bastante pronto. Pero nunca he sido de utilizar muchas cosas. Soy muy alérgica a todo así que si algo me va bien, ¿para qué cambiarlo? Soy fiel a lo que me gusta y a lo que quiero. En todos los aspectos… ¡Llevo casada 31 años y tampoco he variado de marido! Jajaja. Pero sí, me encanta cuidarme y me lo curro mucho para ir increíble porque aunque a veces parezca caótico, ¡está muy estudiado! Y lo que más me cuido es el pelo. Ésa es mi arma.


 

¿Cómo lo cuidas?
A mí me encanta mi pelo rizado pero aprender a llevar los rizos bien es casi una carrera universitaria con oposición incluida. Para empezar, no lo peino mucho. Me paso una púa muy abierta y de plástico por abajo (nunca por arriba, eso sólo con las manos), y me lo lavo cada tres días con un champú de rizos de Kérastase. Podría estar diez días sin lavarlo y nadie lo notaría. No lo hago, que conste, pero es que el pelo rizado es muy agradecido. Y luego me doy el acondicionador de Epic Volum Styleshots de Bed Head Tigi. Para secarlo, lo hago bocabajo con el secador y lo ondulo con las manos, pero sin tocarlo mucho. Y dejo que termine de secarse al aire.


 

¿Y gomina, mascarillas y esas cosas?
Aborrezco la gomina y la laca porque no me gusta que el pelo se quede duro, sino natural. Tampoco me gustan las mascarillas porque me lo aplanan y yo lo que busco es que sea muy exagerado, como de negra. Aunque en verano sí las uso muchísimo en la playa. Es que ahí soy un monstruo, de verdad, ¡estoy feísima! Jajaja. Así que me pongo una de Kérastase o de Deliplus para conseguir el efecto de pelo mojado todo el día. ¡Y gasto casi un bote a la semana! Así no estoy tan mal. Luego me pongo un gorro y unas gafas, y nadie me reconoce.

¿Cuál es tu rutina diaria para el resto del cuerpo?
Por la mañana, unos días hago yoga y otros salgo a andar rápido y hago sesión de abdominales. Y después, a la ducha. Me encanta el gel y la crema de Jo Malone. Los elijo por el olor de las velas, que siempre tienen la versión equivalente. Si se me acaba, me jabono con Natural Honey o Nivea. Cambio de vez en cuando, a diferencia del perfume, que utilizo Eau d’Orange Verte de Hermès desde los 16 años. Sólo le fui infiel en la época en que volví a fumar. Como lo hacía a escondidas, tenía que usar muchísimo perfume para no oler y que no me descubrieran. Así que me echaba también Eau de Rochas o muestras, ya me daba igual. ¡Apestaba! Mi familia me odió, así que volví a dejarlo por presión familiar y no me importó. Pero yo no sé cómo la gente puede tener amantes, ¡ya sólo fumar a escondidas era agotador!


 

¿Y qué sueles utilizar para la cara?
Por la mañana y por la noche uso una única crema, que es Beauty before age de Ahava y me la da mi esteticista. Además de eso, un día sí y otro no me doy una ampolla limpiadora y otra nutritiva de Nu Skin (Galvanic spa facial gels) con un aparatito eléctrico de la marca, que es como radiofrecuencia, pero casera. Me va muy bien y con el aparatito no da nada de pereza. Lo que sí me da pereza es desmaquillarme, aunque no me acuesto sin hacerlo, pero con toallitas o agua micelar.


 

Ya que hablamos de desmaquillar, ¿cómo te maquillas?
Trabajo en casa porque tengo el taller aquí, y aunque no me vaya a ver nadie, ¡voy pintada como un coche desde que me levanto! Me doy una base de Armani, y para el contorno, Kanebo. No utilizo un tono muy claro porque prefiero que quede uniforme, no me importan mis ojeras. Las tengo y ya está. Me gusta como soy, así que tiendo a la naturalidad, es decir, a disimular cosas, pero sin tunearme tanto que no parezca yo. Como colorete, uso tonos marrones de Bobbi Brown. Aunque para mí lo más importante es el lápiz de ojos, que es uno marrón de khôl de Dior. Antes usaba negro, pero con la edad he tendido a suavizar.

¿Y si quieres un look más especial?
Para algo más de noche, me pongo en los ojos un toque de verde, también de Dior. Y lo extiendo todo con el dedo, para difuminarlo. Aunque no domino la técnica y, al final, lo que hago es enfatizar la ojera, hundir los ojos y envejecer diez años. ¡La cago! Queriendo buscar el efecto ahumado, ¡me sale el de ojo de panda! Jajaja. Para los labios, uso color marrón o rosa. Me encanta uno en tono cereza de Primark. El color es imbatible. Si me reseca, me doy cacao y listo. Rímel no me pongo jamás de los jamases. No me gusta su efecto en mí. Creo que las pestañas están sobrevaloradas. Como yo no tengo, digo esto… ¡envidia debe de ser!


 

¿Qué otras cosas haces para sentirte guapa?
Como en mi casa estoy feliz, viene aquí un masajista terapéutico que se llama Damián (tel. 607691284) y también una esteticista, Socorro (muy apropiado el nombre), a hacerme las uñas (tel. 609935078) normalmente cada dos semanas. Los dos son de toda la vida, son buenísimos y de plena confianza... ¡ahora con esto se les va a poner la agenda a tope! Para la cara sí voy a un sitio, que es el centro de la doctora Bayton. No me pincho, pero me gusta que me hagan peelings, mascarillas, radiofrecuencia… Para el pelo, me encanta la peluquería de Alberto Cerdán, donde ya saben cómo manejarlo. ¡Y tengo un truco casero para los ojos cansados! Es guardar el suero fisiológico en la nevera y echarme unas gotitas. Me lo recomendó la oftalmóloga y, al estar fresquito, abre los ojos, da luz y la sensación es muy buena.


 

¿Hay algo que tengas en el radar para probar próximamente?
La verdad es que no… ¡Cómo será mi autoestima!

¿Qué es lo más útil que has aprendido esta semana?
A usar Netflix. Y me siento muy orgullosa.

¿A qué nos podrías enseñar que no tenga nada que ver con tus platos?
Pues a silbar con los dedos [NOTA DE LA REDACCIÓN: con demostración sonora incluida]. ¡Hasta he llegado a evitar accidentes de coche!


 

Para recibir una nueva entrevista cada semana, apúntate a nuestra nueva newsletter de belleza aquí. Si quieres más entrevistas chulas, ficha la de la diseñadora Andrea Retuerto.

Bárbara Pan de Soraluce no tiene tienda física porque todo lo hace por encargo pero puedes ver sus creaciones de Los Platos de Pan en su cuenta de Instagram (@losplatosdepan) y escribirle a losplatosdepan@gmail.com para hacerle un pedido.

MÁS ARTICULOS

ÚNETE a la sociedad secreta

para probar gratis productos y tratamientos de belleza, y descubrir tips, opiniones y rutinas de mujeres reales (como tú).

Quiero recibir el email beauty semanal y acepto las condiciones legales.


*Si no tienes código de invitación, te enviaremos una invitación tan pronto como abramos plazas en la sociedad

Apuntarme

¡GRACIAS!

Recibirás un email
en cuanto seas de las nuestras.