Potingueras Zero Waste
Somos potingueras, no nos escondemos. Pero también nos importa mucho el medio ambiente y somos conscientes de que, a veces, en el mundo bellecil, es un poco complicado seguir a rajatabla la filosofía zero waste (o cero residuos). ¿Cómo hacer para mantener vivo el espíritu beauty, pero cuidando el planeta? Os compartimos 8 pequeños gestos cotidianos que todas podemos poner en práctica desde ya, para reducir muy mucho la basurilla que generamos con nuestros productos de belleza (sobre todo con los envases de un solo uso). Aquí van:
1. En formato pastilla, mejor. Y no solo el típico jabón para lavarte las manos. En este formato, también hay gel para el cuerpo, champú para el pelo y ¡surprise! hasta crema hidratante (hemos leído maravillas sobre esta). Aparte de ser zero waste, duran más. Todo ventajas.
2. Apuesta por las botellas retornables. Si el formato pastilla te da repelusera, hemos encontrado esta marca barcelonesa que hace biocosmética en formato líquido. Te envían el producto que quieras en sus envases de aluminio retornables y 100% reciclables y, cuando terminas tu gel-champú-cremita, les mandas de vuelta el envase y ellos te reembolsan su valor. Y no solo son responsables con el planeta, también lo son con las personas, por ello, emplean a trabajadores con diversidad funcional (bravo).
3. Ciao disquitos, ciao toallitas. Pásate a los discos de algodón reutilizables o a las toallitas de microfibra para desmaquillar la piel. Al acabar, aclara el objeto en cuestión con un poco de agua y jabón, déjalo secar al airecillo, y ya estaría listo para el siguiente uso.
4. Utiliza las manitas. Otra opción para no usar discos ni toallitas, es aplicar el tónico o el desmaquillante directamente con las manos (bien limpitas). De esta forma, desperdicias menos producto.
5. Prueba las esponjas de luffa. Provienen de una planta y son 100% naturales y biodegradables. Perfectas para exfoliar y eliminar todas las pielecillas muertas (incluso sirven para fregar en casa).
6. Usa bastoncillos reutilizables. La mejor alternativa a los bastoncillos de algodón -que casi siempre acaban en el mar :-(-. Al estar hechos de silicona, se limpian muy fácil con agua y jabón tras su uso.
7. Dile holi a la cuchilla de metal. Se acabó eso de estar tirando cada mes una cuchilla a la basura. Si te haces con una de metal (como la que tenía tu abuela), será para toda la vida. Solo tendrás que cambiar la hoja de vez en cuando y listo.
8. Pásate a la copa menstrual. ¿Ventajas? Puede durar hasta 10 años, es ecológica, dejas de usar tampones y compresas (que generan toneladas de basura), y te sale más económico. ¿Desventajas? Ni están, ni se las espera.
¿Todavía queréis hacer más? Echadle un ojo a estas 7 formas de reciclar los cosméticos que os soplamos hace un tiempo. ¡Nos leemos la próxima semana, beauties!
No nos han pagado ni un lerele por hablaros de estos productos, pero algunos de los links contienen afiliación (de algo tenemos que comer). Estas recomendaciones vienen dadas después de años de investigación bellecil ;-).
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