¿No os pasa que a veces cuando abrís Instagram os quedáis un poco chof? Vidas perfectas, cuerpos de diez, trabajos soñados… Y claro, inevitablemente nos acabamos comparando y con la autoestima por el subsuelo.

Eso no puede ser. Así que, como buenas activistas del self love y pensando en ayudar a que nuestras beauties se quieran mucho, hemos hablado con Patricia López Recio, de Psicontigo, para que nos arroje luz sobre cómo trabajar la autoestima. Os chivamos las claves que nos ha compartido.

¿Qué puede impedirnos tener una buena autoestima?
Vivimos en una sociedad de exigencia y de comparación. Así es bastante difícil tener una buena autoestima. Exigencia hacia todo: trabajo, cuerpo, relaciones… Buscamos ser la persona perfecta, llegar a todo, y si no, es que “somos un fracaso”. Y, en cuanto a la comparación, solo basta meterse en cualquier red social para ver todo aquello que el otro es capaz de hacer y yo no; ver como el otro llega y yo no; ver como el otro es y yo no. Nos comparamos continuamente y comparamos nuestros fracasos con los éxitos de los otros. ¿Y pretendemos tener una buena autoestima? Te adelantaré una cosa: compararse casi siempre implica perder.

¿Qué quieres decir con que compararse siempre implica perder?
Compararse implica mirarte a ti y mirar al otro. Cuando te miras a ti, te miras por dentro, y puedes ver tus miedos, tu vulnerabilidad, tus vergüenzas. Sin embargo, al otro lo miras por fuera, ves el lado que él ha decidido que mires, que por lo general es su lado bonito, su mejor versión. Por eso, compararse con otra persona casi siempre implica perder y conectar con tu fracaso. Si solo veo constantemente que “el otro lo hace mejor” y le sumo a eso la exigencia excesiva que nos hemos o nos han implantado, es inevitable tener una valoración negativa de uno mismo.

¿Puedes darnos un par de pautas para mejorar nuestra autoestima?
Primera: vamos a dejar de compararnos con los demás. Darnos cuenta de que no nos aporta, va a permitirnos que esa voz tan crítica de nuestro interior nos trate un poquito mejor, nos hable con menos dureza. Segunda: ¿y si en vez de exigirme ser la supermujer, supertrabajadora, supermadre… mejor me exijo tratarme mejor y ser más flexible? Tomemos esta pauta como dirección de nuestra vida y nuestras acciones: tratarme mejor y ser más flexible”.

¿Algún consejo más que puedas darnos para mejorar la autoestima?

Os comparto 4 Patri consejitos:

1. Deja de darle tantas vueltas a todo y de castigarte por “no haber llegado”.
2. Plantéate un ritmo de vida compatible con el autocuidado. Cuando vas a mil para llegar a todo, ¿llegas a ti? O por el contrario, ¿te olvidas de ti?
3. Dedica tiempo a parar, a no hacer nada y tolerar el malestar de esa cabecita diciéndote: “estás perdiendo el tiempo”.
4. Tener una buena autoestima es el resultado y la meta, no el punto de partida. Vamos a hacer más cosas por nosotras, a cuidarnos, solo así nuestro autoconcepto y autoestima mejorarán poquito a poquito.

Ya sabéis, beauties: ¡a querernos bien y tratarnos bonito!