¿Sabíais que en el tejido mamario no hay músculos? Los encargados de sostener nuestros pechos son los ligamentos de Cooper y una vez se estiran… ¡no hay vuelta atrás, beauties! Por eso, es muy importante que cada vez que vayamos a hacer deporte, llevemos un sujetador deportivo adecuado. Vosotras pensaréis “si solo es cuestión de pillar bien la talla”, pero no, el asunto tiene más miga, porque incluso eso tiene truco. Para que acertéis en vuestra elección, hemos preparado una guía con 5 consejos que os ayudará a saber en qué debéis fijaros.

1. Elegir la talla adecuada. Esto es la madre del cordero. Si tenéis una copa A o B lo mejor es que elijáis un sujetador tipo top. Si vuestra copa es una C o una D, es preferible que elijáis un sujetador que recoja cada pecho por separado para no comprimirlo. Evitad los sujetadores de talla estándar -S, M o L-, ya que el ajuste no será óptimo. Nuestro consejo: que siempre lo probéis antes de comprar, así podréis aseguraros de que las copas cubren todo el tejido mamario y de que os resulta cómodo.

2. Que sea con patrón ergonómico y sin aro. No tiene que rozar, arrugarse, ni apretar. Y, aunque tengáis mucho pecho, nunca elijáis un modelo con aros, os puede provocar molestias y lesiones internas.

3. Uno para cada deporte. Para deportes de bajo impacto como el yoga o el pilates, un sujetador de sujeción media es suficiente. Sin embargo, se requiere una sujeción más firme para deportes de medio impacto -andar, patinar, montar en bici- y una sujeción máxima para deportes de alto impacto -running, bodypump, aeróbic-. Lo suyo es que pilléis un sujetador que vaya bien para cada actividad.

4. Ojo con el material. Elegid tejidos transpirables y de secado rápido. Las microfibras expulsan el calor del exterior y el sudor, sin empapar. Ojo, que si el tejido no transpira os puede ocasionar irritaciones en la piel.

5. Atentas a los cierres y costuras. Costuras = roces. Procurad que los cierres estén forrados y las costuras sean planas y que no estén en zonas sensibles como los pezones, ya que pueden originar heridas.

¡Sujetador bien elegido, pechos a salvo!