Otoño = fresqui = astenia = holiii temido cambio de armario. Pero no solo de ropa, también bellecil. Porque nuestra piel no tiene las mismas necesidades en verano que en invierno. En esta época es normal que esté más apagada, menos hidratada y hasta con alguna mancha después de haber tomado el sol. Y, si a eso le sumamos que acecha el invierno y las temperaturas bajan, apaga y vámonos. Así que por aquí os contamos nuestras claves para cambiar de rutina de belleza con el cambio de estación. 

1. Limpieza. Echarse un poco de agüilla en la cara al levantarse, no vale. Es necesario realizar una limpieza en profundidad con algún exfoliante o peeling para que las capas de la piel se regeneren.

2. Después de la limpieza, el sérum. Es el paso perfecto para introducir cosméticos con propiedades antioxidantes y regenerantes, que rehidraten la piel y aclaren las manchas. Además, es un buen momento para empezar con el retinol. Pero, ojo cuidao, este activo puede ser irritante. Lo mejor, es que consultes con un especialista cuál es el que mejor le va a tu tipo de piel y lo introduzcas poquito a poco en tu rutina. La vitamina C, también es una buena opción para recuperar la luminosidad.

3. Hidratación con texturas más ricas que refuercen la barrera de la piel. Utiliza cremas con ceramidas, ácido hialurónico o urea. Como la piel viene reseca del verano, conseguirás estabilizarla, y a la vez fortalecerla de cara al invierno.

4. Protector solar, siempre. “Como ya no tomo el sol no me pongo protector”. Delito beauty. Atención, le habla la policía, @autoridadespotingueras. Todos los días y durante todo el año hay que ponerse protección solar. Ya sea un SPF30 o SPF50. Vuestra piel lo agradecerá.

Y ya estaría. Cambio de armario bellecil… ¡superado!